Curso Igualdad INAP

             Dolores nació en un pequeño pueblecito de Soria, allá por 1940.                 Desde su más tierna infancia tenía inquietudes intelectuales, ansia de aprender, de comprender el mundo y de mejorarlo.               Mientras sus hermanos jugaban a la pelota en el patio y sus hermanas jugaban con muñecas, que se suponía que era lo que debían hacer los niños y niñas en esa época, ella se encerraba en su cuarto y leía comics, tebeos y novelas que le prestaba la maestra de su escuela, a la que adoraba.              A su profesora María le debía esa sed de conocimientos y esa angustia vital por escapar de las imposiciones sociales.              Enseguida tuvo claro que quería ir a la Facultad, le fascinaba la biología, la química, estaba rodeada de naturaleza y quería devolverle algo de belleza que ésta le brindaba.               Cuando llegó el momento, sus padres se opusieron, quería que se casase y tuviera hijos, como hacían todas las chicas de su pueblo. Pero nuevamente María

                    Sin duda, todos y todas podemos colaborar desde nuestros puestos de trabajo en los distintos Departamentos de las Administraciones Públicas para fomentar la igualdad. Muchas son las actuaciones que podemos llevar a cabo para alcanzar plenamente este objetivo, una de ellas es la actividad aquí desarrollada, es decir, la asistencia a cursos de formación específica de género.               En nuestro ámbito laboral, debemos apoyar las medidas que se aprueben para facilitar la igualdad e impulsar su plena ejecución y, a contrario sensu, rechazar el reparto tradicional de ámbitos de actuación según el género así como proponer un sistema justo de distribución, bien aleatorio o basado en los principios constitucionales de mérito y capacidad.                Hay que huir, por tanto, de los roles o los estereotipos de género, que todavía predominan en muchas empresas en el sector privado y que en la Administración, afortunadamente, van desapareciendo.              Igualmente